Nuevas formas de diagnóstico y susceptibilidad a antibióticos.
La Dra. Teresa Alarcón comentó las ventajas y las desventajas de los métodos de diagnostico que ya podríamos considerar “clásicos”, tanto invasivos (ureasa rápida, histología, cultivo) como no invasivos (prueba del aliento y serología). Además de comentar los nuevos métodos diagnósticos:
- Antígeno en heces. Existen diferentes métodos comercializados o en vías de comercialización: Premier Platinum HpSA (Meridian Diagnostic Inc), FemtoLab (Connex GMBH, Alemania) e Inmunocromatografia (IC). El primer método utiliza anticuerpos policlonales mientras que los dos segundos utilizan anticuerpos monoclonales. En la Figura A1 y en la Figura A2 se pueden observar los datos de sensibilidad y especificidad de estos métodos en diferentes estudios.
- Prueba del hilo. Destacando la posibilidad de realizar un cultivo del microorganismo sin necesidad de realizar una endoscopia digestiva, sin embargo, la muestra se manipula mucho, puede estar muy contaminada y resulta desagradable para el paciente.
- PCR. Las técnicas de PCR han demostrado claramente algunas ventajas como la posibilidad de utilizar diferentes tipos de muestras (saliva, heces, muestras de agua, etc) o muestras mal conservadas. Sin embargo, es importante aplicarlas con precaución debido a la posibilidad de contaminaciones cruzadas. Estas técnicas tienen un valor insustituible en métodos especiales como detección de resistencias a macrólidos, detección de factores de virulencia o aplicación de métodos de fingerprinting con fines epidemiológicos.
Por último revisó las recomendaciones de diagnóstico propuestas por el Consenso Latino-Americano (H. pylori), publicado en Am J Gastroenterol 2000; 95: 2688-2691.
En cuanto al tema de la susceptibilidad a antibióticos comentó los métodos fenotípicos y genotípicos disponibles para detectar resistencia a antimicrobianos en aislamientos de H. pylori, los porcentajes de resistencia a metronidazol, claritromicina, amoxicilina y tetraciclina obtenidos en diferentes estudios (Figura A3), así como la importancia de conocer la sensibilidad a claritromicina y metronidazol para predecir el éxito del tratamiento (Figura A4 y Figura A5).
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