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PEDIATRIA

En cuanto a estudios realizados en niños se han presentado un total de 26 comunicaciones que principalmente se centran en cuatro aspectos: evaluación de métodos diagnósticos, tratamiento, resistencia a antibioticos y respuesta inmune.

  1. Métodos diagnósticos. En cuanto a test diagnósticos en niños los más utilizados son UBT y HpSA, los cuales son sensibles y específicos aunque deben ser utilizados con cautela en niños muy pequeños, ya que la exactitud no es muy alta en este grupo de edad. UBT con 50 mg de urea parece ser un método muy exacto para el diagnóstico de infecciones por H. pylori en niños. También ha demostrado alta sensibilidad y especificidad el uso de PCR en heces amplificando un fragmento del gen ureC.
  2. Tratamiento. Respecto al tratamiento, se ha visto que las cepas resistentes a claritromicina son frecuentes antes de la primera terapia anti H. pylori, lo que es altamente predictivo del fallo con OAC. La triple terapia sin antibiograma da tasas de erradicación menores al 70% y por tanto no puede ser recomendada. Una semana de terapia doble con dos antibióticos y una semana de terapia triple con un inhibidor de la bomba de protones logran una tasa de erradicación similar. La acción de la terapia triple con un nuevo complejo de sales de ranitidina y bismuto (RBC) es más efectiva que dos semanas de triple terapia con omeprazol.
  3. Resistencia a antibióticos. La tasa de resistencia primaria de H. pylori a claritromicina se ha incrementado en los últimos años y está principalmente asociada a una mutación en la posición 2143G del rRNA 23S. La infección mixta por cepas resistentes y sensibles a claritromicina no es rara en niños. En España, posiblemente debido al tratamiento de infecciones respiratorias con nuevos macrólidos en niños menores de 8 años, la resistencia varía con la edad: la resistencia a claritromicina es mayor en niños menores de 8 años mientras que la resistencia a metronidazol es mayor en niños mayores de 14 años. Por último, la emergencia de resistencia secundaria o pérdida de resistencia puede deberse a que los niños estén infectados por múltiples cepas, o menos probablemente a que los antibióticos modifiquen la expresión de la resistencia en una sola cepa.
  4. Respuesta Inmune. Comparado con los adultos, la respuesta inmune específica al CagA y al VacA es baja y al UreA es alta en niños infectados por H. pylori, lo que sugiere diferencias en el reconocimiento antigénico. Finalmente, aunque la información concerniente a la respuesta humoral local en un estado temprano de la infección como es la edad pediátrica es todavía escasa, resultados preliminares muestran una respuesta local, humoral (de clase IgA) en paralelo con una respuesta sistémica.
  5. Comentario realizado por Marta Serrano, Servicio de Microbiología, Hospital Universitario de la Princesa.