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DIAGNOSTICO SEROLÓGICO

Los tests serológicos, basados en la detección de anticuerpos circulantes específicos frente a Hp pueden considerase una alternativa diagnóstica sencilla y no invasiva. No obstante, la interpretación de los resultados obtenidos mediante estos métodos debe ser cautelosa y siempre respaldada por la historia clínica del paciente.

Su rendimiento puede variar en función del método diagnóstico considerado como referencia, factores dependientes de la población estudiada, tipo de antígeno utilizado, clase de inmunoglobulina investigada, forma de detección (cualitativa o cuantitativa) y características de la muestra empleada.

Factores que influyen en el rendimiento del inmunodiagnóstico de la infección por Helicobacter pylori

Método de referencia Generalmente un “gold standard” muy específico: cultivo y/o histología. En ocasiones otros métodos: test rápido de ureasa o test del aire espirado (UBT).
Población En poblaciones con una elevada seroprevalencia disminuye el valor predictivo positivo de las técnicas serológicas. En grupos de baja seroprevalencia se reduce el valor predictivo negativo.
Preparación antigénica En el diagnóstico de infección, se utilizan generalmente antígenos parcial o altamente purificados (extracto de glicina ácida, ureasa). En la detección de infección por cepas mas virulentas se emplean antígenos muy específicos (CagA, VacA).
Tipo de anticuerpo Fundamentalmente IgG. Ocasionalmente IgA (en combinación con IgG).
Técnica serológica Preferiblemente técnicas EIA cuantitativas (monitorización del tratamiento). Para el estudio de respuesta frente a antígenos concretos se recomienda inmunoblot. En el “screening” de campo pueden ser útiles las técnicas cualitativas rápidas.
Muestra estudiada Habitualmente suero. Se están desarrollando investigaciones sobre tipos de muestra mas simples (saliva).

Método diagnóstico considerado como referencia

Antes de su aplicación en clínica, los métodos serológicos deben ser evaluados de acuerdo con criterios de eficacia diagnóstica. Para ello es necesario definir un método diagnóstico de referencia en función del cual se pueden obtener resultados más o menos favorables para la técnica serológica evaluada. Aunque se han utilizado diferentes métodos indirectos como referencia -test rápido de ureasa y UBT, el empleo de dos métodos directos combinados -el cultivo microbiológico y el estudio histológico de muestras de mucosa gástrica-, se ha considerado generalmente como el patrón frente al cual comparar los resultados aportados por la técnica en estudio.
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Características de la población sujeta a estudio

Antes de su utilización para el diagnóstico de la infección, los procedimientos serológicos deben ser validados en diferentes entornos sociosanitarios. La utilidad de la serología depende de manera importante de la edad y de las características demográficas de la población estudiada.

Los procedimientos serológicos tienden a ser menos específicos en grupos de población adulta (aproximadamente el 50% de adultos mayores de 50 años resultan seropositivos), mientras que su sensibilidad se reduce de forma llamativa cuando se utilizan en pediatría.
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Preparaciones antigénicas

Con objeto de que la técnica sea lo mas sensible y específica posible, el antígeno usado debe contener componentes compartidos por la mayoría de las cepas de Hp (teóricamente por todas) sin mostrar reacciones cruzadas con otros antígenos bacterianos. En las diversas técnicas de inmunodiagnóstico se han empleado diferentes preparaciones antigénicas:

  • Organismos vivos
  • Bacterias tratadas con formalina. Algunas de las primeras preparaciones empleadas para el diagnóstico de la infección por Hp, como las que utilizaban células completas, presentaban reacciones cruzadas con miembros del género Campylobacter.
  • Sonicados bacterianos
  • Bacterias sonicadas y tratadas con calor
  • Ultracentrifugado de sonicados bacterianos
  • Antígenos termoestables
  • Extractos antigénicos con glicina ácida. El extracto antigénico de glicina ácida puede incorporar proteínas bacterianas tales como la proteína citotóxica especie-específica de 116-128kD (denominada CagA), proteínas de 61-62kD y proteínas de membrana externa de 29-31kD. Por el contrario sólo contiene cantidades reducidas de proteínas flagelares de reacción cruzada (54kD).
  • Preparaciones de ureasa bacteriana. El antígeno purificado procedente de la ureasa bacteriana ha mostrado una sensibilidad del 83% y una especificidad del 93.3%. Sin embargo, una pequeña proporción de pacientes infectados por Hp no producen niveles detectables de anticuerpos frente a él. Este hecho parece ser debido a variaciones de la respuesta del huésped hacia este antígeno más que a factores propios del organismo infectante.
  • Proteínas celulares de alto peso molecular
  • Proteínas de membrana externa
  • Antígeno de citotoxina y toxina vacuolizante. Se ha comprobado una producción específica de IgG frente a las toxinas vacuolizante (VacA) y citotóxica (CagA). La investigación de estos anticuerpos puede realizarse mediante tests de neutralización, técnicas de enzimoinmunoanálisis (EIA) específicas o métodos de inmunoblot. La detección de anticuerpos frente a estas proteínas podría aplicarse, de acuerdo con algunos autores, para la identificación de pacientes infectados por cepas más agresivas o con lesiones gástricas más severas. Sin embargo, se precisan nuevos estudios que confirmen la utilidad de la detección de estos tipos específicos deanticuerpos.
  • Antígenos recombinantes. Recientemente se han publicado diversos trabajos que introducen antígenos altamente purificados y/o antígenos recombinantes. Sin embargo, dado que la respuesta inmune individual frente a Hp es heterogénea, el empleo de este tipo de antígenos puede aumentar la aparición de resultados falsos negativos.
Por el momento parece preferible el uso de los extractos celulares habituales preparados mediante glicina ácida u otro tipo de detergentes tales como n-octil glucósido. Debido a la elevada variabilidad genética de Hp, se recomienda el uso de combinados de extractos procedentes de múltiples cepas, genéticamente diferentes.
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Tipos de anticuerpos

Es posible la determinación de clases independientes de inmunoglobulinas séricas (IgG, IgA, IgM, IgE) específicas frente a Hp. Entre todas ellas, las detectadas con mas frecuencia han sido IgA y, especialmente, IgG. Además de la detección de IgG e IgA circulantes (séricas), se ha investigado la presencia de IgA secretora (mucosas) y de IgG en saliva y orina.

La inmunoglobulina predominante entre las diferentes clases de anticuerpos séricos circulantes frente a Hp es IgG. La detección de este tipo de anticuerpos posee una sensibilidad respecto a los métodos diagnósticos considerados de referencia que ha variado entre el 81% y el 100% y una especificidad comprendida entre el 73% y el 100%.

La inmunoglobulina IgA específica frente a Hp constituye el principal anticuerpo implicado en la respuesta inmune a nivel local (mucosa gástrica). La respuesta sistémica de esta clase de anticuerpos suele ser menos marcada que la de IgG. Su detección en suero presenta, respecto a otros métodos diagnósticos, una sensibilidad comprendida entre el 41,3% y el 96% con una especificidad que oscila entre el 76% y el 100%.

Aunque también es posible la determinación de IgM específica frente a Hp, su rentabilidad diagnóstica parece ser muy limitada.
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Métodos de detección de anticuerpos

Algunas de las técnicas serológicas disponibles permiten únicamente la detección cualitativa o semicuantitativa de la presencia de anticuerpos frente a Hp; otros métodos serológicos proporcionan, además, la medida cuantitativa del nivel de estos anticuerpos.

Las técnicas cuantitativas presentan grados variables de eficacia de acuerdo al punto de corte considerado. En los métodos cuantitativos, es posible establecer una relación entre la sensibilidad y la especificidad de la técnica mediante la construcción de curvas de características operativas para el receptor (COR). Estas curvas describen la precisión de la técnica en un intervalo continuo de puntos de corte.

Técnicas serológicas

  • Aglutinación bacteriana
  • Fijación de complemento. El método de fijación de complemento puede considerarse aún vigente para el diagnóstico de la infección por Hp. Este método posee una alta especificidad (igual o superior a ciertos métodos EIA) y dado que posibilita la titulación de la respuesta inmune frente a la infección constituye un procedimiento adecuado para la evaluación de la respuesta al tratamiento. No obstante, esta técnica alcanza un valor predictivo negativo y un nivel de sensibilidad algo inferior al de otros procedimientos. A pesar de su utilidad, generalmente, se admite la superioridad de otras técnicas serológicas mas recientes como inmunoblot o EIA.
  • Hemaglutinación pasiva
  • Inmunofluorescencia indirecta La técnica de inmunofluorescencia indirecta ha sido empleada para el diagnóstico serológico de la infección por Hp, aparentemente con buenos resultados. Al igual que el de fijación de complemento, permite la titulación de los sueros testados, puede ser también aplicable a la evaluación de la respuesta al tratamiento. Una de sus principales desventajas reside en la subjetividad a la hora de la interpretación de resultados.
  • Aglutinación mediante partículas de látex. La aglutinación mediante partículas de látex marcadas con antígeno bacteriano constituye un test cualitativo (permite únicamente la detección de anticuerpos frente a Hp en términos de seropositividad o seronegatividad) que aporta como principales ventajas su simplicidad e inmediatez en la obtención de resultados. Entre sus inconvenientes destaca su baja especificidad que hace necesaria la confirmación de los resultados positivos mediante otros métodos.
  • Inmunoblot Los procedimientos de inmunoblot se consideran especialmente adecuados para determinar la respuesta inmune frente a ciertas preparaciones antigénicas. Estas técnicas se recomiendan para la confirmación de los resultados obtenidos por EIA, permiten optimizar la composición de los antígenos utilizados en otras pruebas diagnósticas y podrían resultar de utilidad para el despistaje de pacientes con alto riesgo de enfermedad ulcerosa.
  • Enzimoinmunoanálisis (EIA) Entre todas las técnicas serológicas empleadas para el diagnóstico de la infección por Hp, han destacado los procedimientos de enzimoinmunoanálisis (EIA). En la actualidad existen varios métodos EIA comercialmente disponibles que han sido evaluados para el diagnóstico de esta infección. Una de las mayores ventajas de los métodos EIA reside en la posibilidad de obtener resultados con carácter cuantitativo, lo que permite establecer distintos umbrales de positividad para diferentes grupos poblacionales así como evaluar la respuesta al tratamiento específicos. La cuantificación de resultados para cada ensayo se realiza habitualmente de acuerdo con las absorbancias obtenidas para un suero control positivo (de valor conocido) testado a diferentes diluciones o concentraciones. A partir de estos datos se representa una curva estándar frente a la cual se comparan las absorbancias de los sueros problema. Los resultados así obtenidos se expresan en términos de unidades EIA.
  • Técnicas cualitativas rápidas Con objeto de acortar el tiempo de diagnóstico, se han introducido recientemente nuevos procedimientos cualitativos rápidos para el “screening” de esta infección. Algunos de ellos presentan la ventaja de emplear sangre total, lo que facilita su aplicación en consultas de atención primaria. Algunos estudios apuntan a una pérdida de especificidad de estos procedimientos cuando se emplean en pacientes de edad avanzada. Este tipo de procedimientos no se recomiendan para la monitorización de la terapia.
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Clase de muestra estudiada

Al hablar de serología se hace referencia específica a un tipo de muestra tan concreto como es el suero. Sin embargo en los últimos años se ha venido investigando en la utilidad de detección de anticuerpos en otras muestras de obtención mas simple (saliva) o mas relacionada con el nicho ecológico de la bacteria (jugo gástrico).

A diferencia de lo que se desprende de los resultados obtenidos en ciertas investigaciones, según las cuales el estudio de IgG en saliva puede llegar a identificar una gran proporción de pacientes infectados, la detección de IgG en saliva no parece poseer la suficiente exactitud diagnóstica para su aplicación rutinaria.

Cuando se comparan los resultados obtenidos mediante la detección de IgG en suero y saliva se observa que la primera opción resulta mas eficaz .

Aunque algunas investigaciones apuntan a que los títulos de IgA en saliva son superiores a los de IgG, la detección de IgA parece ser menos regular y no distingue entre pacientes infectados y no infectados.

Como ya se ha comentado, la respuesta inmune a nivel intragástrico viene mediada fundamentalmente por IgA. En sujetos infectados, los niveles de IgG en jugo gástrico son muy bajos. Los pacientes seropositivos para IgA suelen presentar un aumento del título de esta clase de anticuerpos en el estómago. La evaluación de la relación entre la respuesta inmune local y sistémica frente a Hp ha revelado que entre los sujetos seropositivos para IgG que poseen títulos bajos de IgA en jugo gástrico existe, con respecto a los individuos IgG seropositivos pero con altos títulos de IgA intragástrica, una tasa superior de úlcus (especialmente úlcera duodenal), del nivel de actividad de la gastritis y de la densidad de colonización.
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